ALEGRIAS Y TEMORES EN LAS MUJERES EMBARAZADAS
Ha pasado poco tiempo
desde que se confirmó su embarazo, pero ya has escuchado muchos
comentarios de otras mujeres que conocen la experiencia de ser madre.
La embarazada, aún antes de saberlo, siente que necesita dormir mucho más
de lo habitual. El aumento del sueño, que puede aparecer en las dos primeras
semanas de embarazo, es una defensa biológica que proporciona al
organismo una cuota mayor de reposo y coincide con un cierto ensimismamiento de
la mujer y una desconexión del ambiente.
La gran cantidad de modificaciones orgánicas y hormonales genera incertidumbre. La mujer, de alguna manera, percibe estos cambios, pero no alcanza a explicárselos. A veces, se pregunta si estará embarazada, y otras niega la idea: piensa que puede estar enferma. Cuando el estado se confirma, pueden aparecer una gran alegría y temores varios, que despiertan ansiedad, sobre todo, cuando se trata del primer hijo. El miedo al dolor del parto es uno de los más frecuentes, pero hay otros asociados: a lo desconocido, a posibles complicaciones, a que el bebé no nazca bien, o incluso, acerca de su capacidad para estar a la altura de esas circunstancias: ¿podré dar a luz? ¿podré criar al niño?
Los cursos de preparación para el parto, además de brindarle la
información necesaria, permiten a la embarazada hablar sobre estas inquietudes
con otras mujeres que están en su misma situación. El embarazo se aloja en el
cuerpo de la mujer, pero le acontece a la pareja y, desde el primer
momento, todo cambia para ambos. Así como en la futura madre son frecuentes las
ansiedades, las fantasías y los temores alrededor del embarazo, el hombre se
pregunta si será un buen padre, si podrá asegurar el futuro de su hijo,
etc.
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